Mi nombre es
Los mismos, cuando me llaman con sus corazones dicen Nikola.
Unos conocidos míos con ojos que agujerean el cuerpo hasta las tiernas cuerdas de la verdad, me identifican como pelo-largo, aventurero, soñador, virtuoso o el griego. Otros, que tienen rencor en sus almas, chalado, vagabundo, sin afeitar y distraído.
Nadie me llama mentiroso, insensible, embustero y casi nadie cínico. Solo pocos usan palabras como frívolo, inmaduro, vergüenza o, “que lastima!”, cuando hablan de mi.
Todos me llaman humano pero a veces humano bestia, humano salvaje,
hombre fuerte, poco irracional y mucho radical.
De todos mis nombres hay uno que es lo más melodioso,
lo mas lleno de fragancias y perdón; lo mas sincero y lo mas liso.
No pocos, me llaman amigo, algunos pocos, hermano;
solo una, amor.
Y yo, solo amor la llamo,
solo amor.